¿Qué fue primero?: Un ensayo para entender el aislamiento de los niños en la primaria


¿Qué fue primero?: Un ensayo para entender el aislamiento de los niños en la primaria.

Santiago Pabst 13/12/2024






RESUMEN/ABSTRACT


En este trabajo abordaré las conductas de un grupo que transitó la educación primaria entre los años 2009 y 2014 con el objetivo de entender si la exclusión de ciertos niños es causa o consecuencia del bullying. Me enfocaré particularmente en tres alumnos del Colegio San José en la Ciudad de Córdoba. Para realizarlo seguiré textos de Barreiro y Schein, los cuales dan cuenta de diferentes conceptos de la teorización de los grupos. 

Los tres casos son los de Matías, un niño buleado por no cumplir con los parámetros masculinos de la época; Carla, una niña discriminada por sus raíces y su físico; y José, que simplemente un día se volvió el objetivo de las burlas de sus compañeros. También analizaré los subgrupos existentes dentro del curso y las formas de comportarse de cada uno. 

Con este ensayo llegué a la conclusión de que en la gran mayoría de los casos el bullying es el disparador de la no exclusión, más que incapacidades sociales de los niños en sí. Situación que se permite en parte por el acatamiento del grupo a los líderes del mismo; y por una incapacidad de la autoridad máxima de la institución en poder evitarlo. 


1. INTRODUCCIÓN A LOS CASOS Y EL CONTEXTO


INTRODUCCIÓN


Con este ensayo analizaré algunas de las conductas de los niños durante su educación primaria. El objetivo será el de descubrir si el bullying en estas edades se produce por la no integración de niños a los grupos mayoritarios; o si por el contrario el aislamiento es consecuencia del abuso escolar. A su vez, trataré de entender porque se disparan este tipo de conductas dentro de los grupos escolares. Para ello me enfocaré en el cursado en la educación primaria de la promoción 2014 del Colegio San José de la Ciudad de Córdoba. Un colegio privado y católico; cuyos estudiantes se componen  de clases media a media alta. El proceso escolar comenzó en 2009. 

Dentro de este curso seguiré tres casos particulares. El de dos alumnos y una alumna, tratando de detallar situaciones vivenciadas por estos 3 niños desde una perspectiva alejada, pero probablemente de difícil objetividad. Ya que yo, autor de este ensayo, forme parte de dicho curso. Es por eso que con la ayuda del paso del tiempo y la madurez, trataré de acercarme a la realidad objetiva de la mayor manera posible. Los nombres de estos estudiantes fueron cambiados por nombres ficticios. 

Como marco teórico me guiaré con textos de Telma Barreiro y Edgar Shchein, los cuales me permitirán analizar algunos conceptos que rodean los grupos como: Líderes, opinión de grupo, pertenencia y autoimagen. 

Antes de comenzar lo primero que hay que entender es que el bullying no es todo acto de violencia ocurrido en la escuela, sino que es: “Es un modo particular de violencia escolar entre pares, en el que habitualmente un compañero/a o grupo de compañeros/as somete a otro/a en un marco de desequilibrio de poder, de manera reiterada y durante un tiempo prolongado.” (Ministerio de educación de la Provincia de Córdoba)


CASO NÚMERO UNO: MATÍAS


Matías es un niño de clase media de la Ciudad de Córdoba. Durante los 6 años de su educación primaria no logró formar ningún vínculo de amistad que exceda el compañerismo que pueda existir en algún recreo entre clases. Él es sometido a una extrema presión por parte de su madre, la cual lo obliga a que sus calificaciones no bajen de un Excelente (-), que sería el equivalente a un 9 dentro de la escuela secundaria o superior. Esto lo ha hecho un chico extremadamente aplicado con los trabajos, pero sumamente nervioso con cualquier travesura, conflicto, o momento de “estrés” de un chico de primaria. Por lo tanto, todos los momentos dónde la tranquilidad de la rutina es interrumpida por algún hecho, Matías responde de una única manera, llorando. Si hay una discusión con un compañero; una mala nota; un reto de la maestra; una travesura de sus compañeros que lo ponga nervioso; Matías llora.

Esta situación llevó a que Matías sea señalado como un “Llorón” o “Maricón” por el resto de sus compañeros. Él nunca expresó la presión que sufría por parte de su hogar, pero incluso haciéndolo, es probable que sus compañeros siguiesen tratándolo como “Poco hombre”. De hecho, con el correr del tiempo, a sus 11 o 12 años, Matías ya no lloraba; pero seguía siendo el “Lloron del grado”. Claro está que esto era consecuencia del machismo de los 2000, que estaba aún más arraigado que hoy en día.



CASO NÚMERO DOS: JOSÉ


José era un niño de clase media común y corriente. No era mal alumno, pero tampoco lideraba la tabla de calificaciones. Sin embargo, no era incluido plenamente en los diferentes grupos existentes en el curso. Por algún motivo que no encuentra explicación José era el foco de burla de sus compañeros que llegaban a atacarlo no solo verbal sino también físicamente. Él se defendía de dichos ataques, es por esto que el grupo decidió tildarlo injustamente de “Violento”.


CASO NÚMERO TRES: CARLA


Carla era otra chica de clase media de las tantas que componían su curso. Era una compañera que formaba parte de lo que podría considerarse un grupo de amigas dentro del curso. Sin embargo, era una persona altamente discriminada por la gran mayoría del grado. Esto se debía a sus rasgos faciales y físicos. Carla era descendiente de padres bolivianos y sus facciones eran típicas de aquella zona andina. Esta diferencia que tenía en comparación con el resto de la clase era motivo de constantes burlas por parte de sus compañeros, que la agraviaban con insultos racistas. A su vez, tenía sobrepeso, por lo que esto también era causa de humillaciones por parte de sus compañeros.


EL CURSO


El curso del colegio San José estaba compuesto por una mitad de alumnos de clase media alta y otra mitad de alumnos de clase media. Era un grupo compuesto por 11 chicos y 14 chicas. Los subgrupos dentro del curso estaban claramente segmentados. Por un lado, un único grupo de varones, que estaban unidos por típicos estereotipos de la época. A todos les gustaba el fútbol, la lucha libre y los mismos dibujos animados considerados para público masculino. Mientras tanto, las mujeres estaban más divididas. Por un lado, un grupo de niñas de clase alta, que eran nombradas por el mismo grupo como “Las populares”. Este grupo estaba compuesto por familias de buen pasar económico, y en su mayoría numerosas, lo cual hacía que tuviesen una vida social un poco mayor a la esperada para niños de entre 6 y 12 años. Por ejemplo, era común que fuesen invitadas a cumpleaños de alumnos más grandes dentro del colegio, principalmente por hermanos mayores, pero esto las ubicaba en un escalafón superior dentro del curso. Su trato con el resto del grupo era particularmente altivo, sobre todo con otras mujeres. Por otro lado, estaban las llamadas “Buenitas”, en su mayoría compuestas por niñas de clase media, que eran sumisas ante las órdenes o peticiones del grupo de “las populares”, las cuales parecían estar por encima en una especie de jerarquía formada dentro del grupo madre. Y por último, estaba el grupo de los marginados, o como el curso les decía “Sin amigos”. Compuesto por las 3 personas mencionadas anteriormente. Este grupo era dejado de lado en cualquier actividad. Únicamente formaban parte de los juegos o las tareas cuando los líderes de los otros grupos lo permitían. 

Cada sub grupo dentro del grado (Que lo considero como un grupo madre) cumple con todos los requisitos mencionados por Schein para que podamos analizarlo como grupo bajo la mirada psicológica: “un grupo psicológico es cualquier número de personas que (1) interactúan unas con otras, (2) que sean psicológicamente conscientes unas de otras y (3) que se perciban a sí mismas como un grupo.”

El grupo madre estaba atravesado por un montón de mecanismos distorsionantes que se encargaban de limitar sistemáticamente conductas de sus integrantes. Primero, existía una descalificación explicita y abierta hacia aquellos que eran diferentes a la mayoría en cualquier aspecto; segundo, una simulación de muchos integrantes, que querían evitar ser víctimas de la descalificación; tercero, existía una discriminación, sobre todo con Carla; y cuarto y último, existían constantes agresiones hacia algunos de los miembros del grupo. Dichas agresiones llegaban a escalar a lo físico. Todos estos factores lograban generar un malestar grupal que se extendía por años. Porque junto a las obvias víctimas de esta situación se sumaban alguno de sus compañeros que por temor a la humillación escondían conductas y opiniones. 

Ahora bien, ¿qué ocurría con las autoridades que se supone gestionaban y controlaban a estos niños? Bueno, claramente lo primero a destacar es que tenían claras falencias para poder resguardar a los 3 niños que eran acosados por el resto de sus compañeros. Para algunas maestras Matías también era un niño que lloraba por todos, Carla una chica que solo busca atención y José un chico violento; esto último atribuido a las defensas que él hacía de sí mismo cuando algún compañero lo agredía o dañaba alguna de sus pertenencias. 





2. ANALISIS DE LOS CASOS. 

Una vez descrito el contexto de la situación puedo proceder con el análisis de cada caso, tratando de evaluar un poco más extensamente, y buscando similitudes y diferencias entre los casos. 


ANALISIS DE SITUACIÓN DE CASO UNO: MATÍAS


Como explayé anteriormente, Matías era el “Llorón del curso”. Esto lo había hecho pertenecer al grupo de los marginados dentro del grado. Ahora bien, esta conducta de Matías comenzó en la Primaria, cuando empezaron a existir exámenes y calificaciones por el trabajo realizado. En el jardín de infantes, donde coexistía el mismo grupo, Matías no lloraba. En esos dos años, Matías formaba parte del  grupo de los varones, era invitado a cumpleaños, juntadas en la casa de algún compañero y demás encuentros lúdicos por parte de sus compañeros. Por lo tanto, podríamos afirmar que él fue expulsado del grupo debido a que sus conductas no eran aprobadas por el resto de varones. Conductas que como dijimos no eran permitidas bajo los estándares de la masculinidad de la época, “los hombres no pueden llorar”. Este caso es un claro ejemplo de la antítesis de lo que Barreiro define como Grupo Sano: “definido en términos de “tipo ideal", prototipo o paradigma, aquél que promueve la salud y estimula el crecimiento personal de sus miembros, que alienta los aspectos positivos del individuo, potencia su creatividad y permite pensar libremente, sin temores ni bloqueos”. En este caso el grupo jamás mostró solidaridad para entender que fue lo que ocurría con Matías. Simplemente era un llorón, y así lo único que se lograba era sumirlo más en esa presión en la que se encontraba, coartando su libertad de opinar o hablar, volviéndolo alguien callado para evitar constantes burlas. 


ANALISIS DE SITUACIÓN DEL CASO DOS: JOSÉ


Este caso es bastante particular, porque estamos hablando de un chico como cualquiera de los otros integrantes del grado. Compartía gustos y aficiones con el resto de sus compañeros. Sin embargo, termino siendo prontamente excluido por el resto del grupo. Me cuesta encontrar un motivo, o un disparador, simplemente un día se tomó la decisión “José no juega más con nosotros”. Así fue como terminó, al igual que Matías, exiliado. En el caso de este chico, incluso hubo compañeros que decidieron ensañarse con él de manera física. Lo que llevo a empujones, golpes o daño a sus cosas. Como dije es difícil poder encontrar respuesta al porqué de esta conducta. Creo que en este caso es muy visible la influencia de los líderes de grupo, que tomaron la decisión de expulsarlo. Decisión que fue acatada por el resto de integrantes. Schein habla sobre como a veces las tradiciones se enfrentan con la voluntad del líder. En este caso creo que es algo bastante similar. Estamos hablando de un chico integrado, sin ningún tipo de conducta distinta a la de los varones del grupo. Un compañero que como dijimos compartía tradiciones con el resto de compañeros; pero que sin embargo, fue señalado para ser el blanco al cual molestar. Viéndolo con el pasar de los años considero que ese grupo estaba compuesto por líderes diplomáticos, que siempre aceptaban hacer lo que la mayoría quería. Pero siempre con la consciencia de que el grupo esperaba cierta aprobación por parte de ellos. Por lo tanto tenían conocimiento de que todos estaban, por así decirlo, a su merced. Nadie quería ser el señalado, o el buleado. 


ANALISIS SITUACIÓN DEL CASO TRES: CARLA


El caso de Carla se describe principalmente por dos motivos, racismo y gordofobia. El bullying para con esta compañera no comenzó en la primaria, sino que esta fue un trampolín para poder profundizar el acoso escolar que sufría por parte de los diferentes grupos del grado. Ella ya era molestada de manera repetitiva en el jardín de infantes por el resto de compañeros. Creo que en este caso podemos ver un ejemplo de la necesidad de pertenencia que existe en los humanos. “es a partir de la pertenencia a un grupo primario (la familia, la comunidad, o formas sociales sustitutas) que organizamos nuestra estructura psíquica, construimos nuestra identidad y nos constituimos como personas” (Barreiro, 2000). Por un lado, Carla sufría constantemente el tener que aclarar, por más cruel que suene, que era argentina. Mientras que el resto del grado solo la discriminaba diciéndole que ella no era argentina y que no pertenecía al grupo; más por su nacionalidad, que por quién era verdaderamente. En su caso había una constante falta de respeto debido a que ella era confirmada por sus pares, pero no por lo que verdaderamente era, sino bajo la idea de una mirada despectiva, xenófoba y racista. Barreiro dice que “todos necesitamos un cierto grado de confirmación por parte de otras personas, aunque no siempre tengamos clara conciencia de ello o estemos dispuestos a admitirlo. “Somos”, en gran parte, en la medida en que recibimos confirmación o ratificación”. Ahora bien, esta confirmación puede ser lo más cruel del mundo cuando nos confirman por lo que no somos con la intención de herir. 


SIMILITUDES Y DIFERENCIAS EN LOS TRES CASOS


A lo largo de los 3 casos puedo ver puntos en común. Primero que nada, lo obvio, que sería la imposibilidad de integrarse o reintegrase a un grupo que los ha dejado de lado; Segundo, una marginación general, que considero tiene que ver con la llamada “opinión de grupo”. Como explica Schein, los grupos tienden a unificar su opinión, en la mayoría de los casos tendiendo a alinearse a la opinión dominante. Que en este caso es marcada por los líderes de cada uno de los subgrupos que componen al grupo madre. Por lo tanto, cualquier persona que sienta simpatía por estos tres marginados es probable que haya tendido a esconderla por miedo a ir en contra de la opinión grupal. 
Por otro lado, la diferencia principal tiene que ver con la autoimagen, que siempre significará algo personal y único para cada individuo. “Cada uno de nosotros tiene una imagen de sí mismo y esta imagen condiciona su conducta y su relación con los demás” (Barreiro, 2000). Todos tenemos una historia de autoimagen distinta, que es formada desde que nacemos. Es difícil saber si estos 3 alumnos en algún momento vieron deformada su autoimagen debido a las humillaciones y agravios que sufría, pero si podemos afirmar que ninguno de los tres se percibía de la misma manera. Ya que la autoimagen es algo único de cada individuo. 

3. CONCLUSIÓN


ENTONCES… ¿EL BULLYING EN ESTAS EDADES SE PRODUCE POR LA NO INTEGRACIÓN DE NIÑOS A LOS GRUPOS MAYORITARIOS; O SI POR EL CONTRARIO EL AISLAMIENTO ES CONSECUENCIA DEL ABUSO ESCOLAR?


Claro está que estos son casos particulares, y quizás no sea un absolutismo que se refleje en el 100% de las ocasiones. Pero hablando con diferentes compañeros pude notar que había ciertas similitudes en todas nuestras infancias en relación a situaciones de acoso escolar. 
El objetivo del trabajo era la de averiguar qué fue primero, el huevo o la gallina.
En el caso 1, Matías era un chico que si era incluido en el grupo de los varones. Sin embargo, debido a las altas exigencias que su madre aplicó en su infancia, las cuales repercutieron en sus conductas, llevaron a que el resto de niños lo excluya del grupo. Por lo tanto, en este caso, el bullying, principalmente disparado por un claro ejemplo de un grupo NO sano, fue el motivo principal del aislamiento del alumno. 
En el caso 2, José es un chico que también comenzó siendo incluido durante muchos años. Sin embargo, por algún motivo que desconocemos, los líderes del grupo de varones decidieron señalarlo como un objetivo de burla. Enfrentándose a la tradición que era su participación en el grupo en sí. Por lo tanto, se replica la situación donde el bullying vuelve a excluir a un miembro ya integrado en el grupo. 
Por último, en el caso 3, Camila era una chica que nunca llegó a integrarse porque siempre fue vista como diferente a sus compañeros. Nunca se le dio la chance de poder formar parte del grupo. En su caso, pese a tener ciertas amistades no lograba encajar o integrarse de manera general al grado. Siempre era dejada de lado y discriminada. Sin embargo su no integración viene planteada desde una propia negativa del grupo, más que por falta de capacidades sociales de ella. Por lo tanto, considero que vuelve a repetirse la misma situación de antes. La decisión de no dejarla integrar viene únicamente acompañada de una decisión amparada en la discriminación.
En conclusión en este, y considero que en la mayoría de los casos, los niños no tuvieron imposibilidad de integrarse; sino que el resto de los compañeros les cerró las puertas. Nadie, por más social que sea, puede lograr entrar a un grupo que no le brinda la posibilidad de acceder al mismo. En este caso fue producto de un grupo que no era sano, con constantes mecanismos distorsionantes que ponían a los integrantes del grupo en situaciones incomodas. También entró en juego la existencia de líderes de grupo que decidían con sumo poder aquellas conductas que le resto debía seguir, en algunos casos por medio de la diplomacia y en otros por medio del autoritarismo. 






Bibliografía
Barreiro, T. (2000). Trabajos en grupo . Buenos Aires.
Cadaveira, M. (17 de Septiembre de 2022). El Bullying. (G. Miguel, Entrevistador)
Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba. (s.f.). Guía de orientación para el abordaje de situaciones de acoso escolar (Bullying) y/o cyberacoso (Cyberbullying). 
Schein, E. H. (1965). Psicología de la Organización. Prentice Hall.










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